¡Buenos días!
Les escribo esto mientras me tomo un delicioso chocolate caliente lleno de adaptógenos espectaculares para mi piel…pero de eso de bebidas funcionales en skincare ya les hablaré otro día.
Hoy quiero conversar con ustedes sobre cómo es la rutina de cuidado facial que deberíamos tener. Sé que esto es un tema del que todo el mundo ha hablado, pero aun así hay poca o nada de claridad al respecto. Primero, porque todo el mundo tiene una rutina diferente según sus necesidades, y segundo, porque no tenemos claros los básicos.
Es verdad que toda rutina es tan única como la piel para la que está pensada y no existe un one size fits all; pero también es cierto que hay unos pasos básicos sobre los que se puede construir la rutina que tu piel necesita.
Nota: La rutina de la mañana y de la noche tienen realmente pocas variaciones, por eso aquí te damos los pasos básicos a seguir.
Rutina de skincare para dummies
Paso #1: Limpieza
Lo primero que tienes que saber es que toda rutina empieza por la limpieza.
No tiene sentido ponerte un millón de productos sobre una piel cubierta de contaminación, sudor, protector solar o maquillaje.
Seguro has escuchado de la doble limpieza, o en inglés el double cleansing… La verdad es que el concepto es más fácil de aplicar de lo que parece: utiliza un limpiador a base de aceite primero y luego un jabón suave para tu piel.
Paso #2: Tónico
Las limpiezas siempre van a involucrar agua, y por más pura y cristalina que esta sea, siempre va a tener un pH de (7) -que es el pH neutro-. Sin embargo, la piel tiene un ph diferente un poco más ácido, en promedio (5).
Entonces ¿qué hay que hacer? Regresar la piel a su pH normal con un tónico.
Side note: por favor no confundir jamás un agua micelar con un tónico. Y si lo compras en el mercado revisa que jamás, JAMÁS, tenga alcohol.
Una vez hayas aplicado el tónico, tu piel ya está limpia y lista para ponerle lo que quieras.
Una rutina muy básica serían los dos pasos anteriores más un cariñito extra con un aceite facial, la verdad es que una piel sana poco más necesita… Pero claro está que todas siempre queremos más de lo que simplemente necesitamos (ese bolso divino que compraste la semana pasada claramente no era una necesidad jajaja)
Entonces, para seguir con nuestra rutina, vamos a aplicar el siguiente skin layering, es decir, vamos a aplicar estos productos sobre tu piel en un orden específico de más ligero y acuosos, a más densos y oleosos.
Paso #3: Sérums
Siempre empieza por lo que tenga base de agua, y ve de lo más ligero a lo más denso.
Por ejemplo, si tienes un sérum a base de agua es lo primero que deberías poner después del tónico.
¿Cómo saber si tiene base de agua? Simplemente gira el envase y revisa los ingredientes, si el primero es aqua, y además es ligero y transparente, go for it first.
Paso #4: Cremas
Después de los sérums van todas las cremas, ya sean hidratantes, iluminadoras, antiarrugas, etc.
Si lees los ingredientes, el primero también va a ser agua, pero además de esta también tienen aceites para humectar tu piel, por eso van después de los sérums.
Paso #5: Contorno de ojos
Los contornos de ojos generalmente son a base de aceite, este es mucho más humectante que una crema o un gel, y como en el área de los ojos la hipodermis es súper delgada, esa extra humectación es super necesaria.
Sin embargo, también hay algunos en gel y crema. Si usas uno así, aplícalo con el mismo criterio de acuoso a oleoso.
Es decir:
- Si es gel (solo agua), va después del tónico.
- Si es crema (agua y aceite), va después de los sérum y antes de la crema facial.
- Si es oleoso (solo aceite, que es el ideal) va después de la crema pero antes del aceite facial.
Como el nuestro es a base de los más exóticos aceites amazónicos, va después de la crema.
Paso #6: Aceite facial
Siempre cerramos la rutina con lo mejor: aceites faciales.
La función de estos es nutrir tu piel a profundidad y reforzar la capa superior de esta, evitando así la pérdida de hidratación y creando una capa protectora de los contaminantes ambientales.
PD: Además, dejan tu piel muy luminosa.
Al final, la conclusión es que cada rutina se debe adaptar a las necesidades de tu piel en el momento, y sé que aunque aún puede ser confuso elegir los productos ideales para ti, al menos ya sabes en qué orden van y cuál es el propósito de cada uno.
Si te gustaría que revisemos uno a uno tu rutina te esperamos en las asesorías que puedes encontrar en nuestra página web. No hay nada que nos emocione más que explorar a profundidad lo que necesitas para tener esa piel que te sueñas.
¡Un abrazo y hasta la próxima!
Sara 🌺