Como lo prometimos en la entrada anterior, aquí te van nuestros consejos para tener un microbioma sano, y por ende una piel bonita.
- ¡No te laves la cara a diario con jabón y tampoco más de una vez al día! Puedes arrancarle a tu piel su manto hidrolipídico y aumentarle su pH, lo que hará que esta quede muy vulnerable a cualquier amenaza externa, o que se vuelva muy sensible y se reseque. ¿Cuál es nuestro consejo? Limpia tu piel con jabón una o dos veces a la semana, a no ser que sudes mucho, te maquilles a diario o vivas en una ciudad muy contaminada. Si este no es el caso, limpia tu rostro todas las noches con un Aceite Limpiador, como Austral, y en las mañanas aclara tu piel con agua mineral o miscelar.
- Cuando uses jabón, siempre utiliza primero un aceite limpiador. Este va a retirar los restos de maquillaje, protector solar y todos los contaminantes ambientales que no son hidrosolubles. Además, los aceites limpiadores no alteran el pH de tu piel y la ayudan a mantener la hidratación.
- Después de utilizar tu jabón, una o varias veces a la semana, no olvides el tónico.* Es fundamental para restablecer el pH de tu piel, disminuir su estrés y favorecer la pronta recuperación del manto hidrolipídico.
* Evita cualquier tónico que tenga alcohol, este solo va a resecar tu piel. Mejor opta por opciones naturales como agua de coco, té de manzanilla, de lavanda, de rosas, ente otros. PD: Estos últimos no olvides taparlos mientras se infusionan, así conservarás sus aceites esenciales. Además, guárdalos en la nevera para que te duren hasta una semana.
Sigue estos consejos básicos y verás como en unos cuantos días empezarás a notar la diferencia en tu piel.
¡Nos vemos muy pronto para seguir aprendiendo!