Nuestra piel está compuesta por un manto superficial y tres capas. Hoy nos ocuparemos de entender un poco más qué es y cuáles son las funciones de ese manto superficial y luego, poco a poco, iremos conociendo mucho más nuestra piel.
El manto hidrolipídico, que es el manto superficial al cuál me refería al principio, es la capa más externa de nuestra piel. Está compuesto por dos sustancias, una acuosa que comúnmente conocemos como sudor, y otra de lípido que conocemos como sebo. Esto no quiere decir que debes entrar en pánico pensando que tu piel está cubierta solo de grasa y sudor, y que por eso la debes lavar 10.000 veces al día, no. Aunque cueste creerlo, el manto hidrolipídico es esencial para que la piel se vea suave y sedosa; sin él básicamente se vería opaca y sin vida.
Allí habita nuestro microbioma, que es el conjunto de bacterias buenas encargadas de que nuestra piel esté sana y bonita. Ya sé, suena raro pensar que una bacteria es buena y necesaria, pero la verdad es que hay algunas de ellas que son nuestras mejores aliadas para conseguir esa piel que tanto soñamos. Y, ¿qué hacen estas bacterias buenas? Pues bien, ellas se encargan de defendernos de otras bacterias malignas que están en el medio ambiente y también se deshacen de las toxinas que salen a través de nuestra piel. Muy importante recordar que el microbioma varía de persona a persona según factores tales como la edad, el género, la alimentación, la higiene, el clima, la contaminación, entre otros.
Además, cómo si ya no hiciera suficiente el manto hidrolipídico, es también tu primera barrera de defensa; mantiene tu piel con un pH balanceado (entre 5-5.5); la defiende de diversos factores externos y evita enfermedades como dermatitis atópica, psoriasis o eccema; incluso hay algunas investigaciones preliminares que relacionan un microbioma y manto hidrolipídico sano con menores posibilidades de padecer cáncer de piel.
Después de todo esto, me atrevería a decir que ya tienes muy claro porque es tan importante mantener el manto hidrolipídico sano. Ahora la pregunta es ¿cómo mantenerlo así? La verdad es que no es tan difícil, nuestra piel es muy sabia y encuentra el equilibrio si nosotros ponemos de nuestra parte, pero de eso ya hablaremos en la próxima entrada.
Nos vemos muy pronto.